Uno de los factores más importantes a la hora de tener un huerto saludable es el riego. Jamás lo descuides ya que tanto la falta como el exceso de él es perjudicial para las plantas. En esta guía de riego te vamos a dar las claves para acertar con la cantidad ideal ajustándola a las necesidades de cada huerto así como las diferentes opciones que te puedes encontrar.
¿Cuando regar el huerto urbano?
Si tenemos un huerto urbano vas a tener una serie de aspectos en cuenta a la hora de realizar el riego. No es lo mismo cultivar en recipientes que en el suelo, ya que vas a necesitar por lo general una vigilancia más exhaustiva de la humedad del sustrato. Mantener la humedad que necesita cada planta es vital para su correcto desarrollo.
La cantidad de agua dependerá de la evaporación o perdida de agua que se produzca, así determinar la frecuencia de riego será importante para que el sustrato reciba cantidades de agua en el momento adecuado. No debemos realizar riegos abundantes que produzcan el encharcamiento, sino todo lo contrario es mejor aumentar la frecuencia para tener siempre húmedo el sustrato.
Riegos según época del año
Por lo general cada época del año tendrá una temperatura y de acuerdo a ellas unos requerimientos hídricos.
El verano será cuando más riegos tendrás que realizar, así la instalación de un riego automático será una opción altamente recomendable. Sobretodo si te vas de vacaciones ya que necesitas hacer al menos 2 pequeños riegos al día si estas en zonas muy calurosas, recuerda que no se debe encharcar nunca el sustrato. El riesgo de tener falta de riego se traducirá en una asfixia de las raíces, un estrés en la planta pudiendo llegar a la muerte de esta o a un crecimiento inadecuado.
En cambio el invierno sucederá todo lo contrario, los riegos serán más espaciados debido a que hace menos calor. Por tanto no deberás regar con la misma frecuencia que en verano. El riesgo de regar en exceso provocará la aparición de hongos en las raíces y su perjuicio a la planta que terminará marchitándose.
Por tanto no por regar más las plantas tendrás una mejor salud en ellas, de hecho es importante también tener en cuenta que cada planta tiene sus necesidades. Lee el siguiente punto con detalle.
Conoce la necesidad hídrica de las plantas
A la hora de seleccionar el cultivo deberemos tener en cuenta que necesidades de riego tiene cada una, y así, poder agruparlas de forma que el beneficio del riego en una no perjudique a la otra.
Existen cultivos como el ajo y la cebolla que apenas requieren riegos, mientras que otras como las lechugas o los tomates que requieren muchos más.
Agrupa plantas por sus necesidades de agua
Por tanto podemos hacer una agrupación de las plantas según necesidades de riego:
- Plantas de hojas anchas y tiernas como coliflor, lechuga o acelgas: Necesitan aportes de agua regulares y abundantes
- Vegetales de frutos carnosos como tomate, pimiento o calabacines: Quieren riegos muy regulares, sin encharcamientos pero que mantengan húmedo el suelo continuamente. Cuando florecen es necesario aumentar riegos.
- Cultivos de fruto que se guardan como ajos o cebollas: requieren riegos escasos.
Los riegos y los nutrientes en el huerto urbano
Una regla que poco se apunta en las guías de riego de huertos urbanos es la estrecha relación con los riegos y los nutrientes del sustrato. Muchas veces cuando plantamos los cultivos en el huerto urbano tenemos un crecimiento espectacular los primeros meses pero después terminan agotándose y no dan ni siquiera frutos, terminan sufriendo y la planta no se desarrolla como debe.
Esto se debe a que cuando empezamos el huerto los sustratos son ricos en nutrientes y las plantas comienzan a desarrollarse de una forma correcta, con el paso de los días y los meses los riegos no causan el mismo efecto en huertos plantados en el huerto que en macetohuertos o huertos en recipientes. En el suelo los nutrientes se retienen mientras que en los recipientes el agua termina saliendo y eso produce una «limpieza del sustrato» es decir, se van perdiendo los nutrientes.
La mejor opción es disponer de una calendario de abono y realizar pequeños abonados continuados. Incluso incluir el abono en el riego como abono líquido.
Sistemas de Riego
En el mercado existe la posibilidad de elegir un sistema de riego adecuado a nuestras necesidades, para ello elaboramos esta lista de sistemas de riego.
Riego con Manguera
Es posiblemente el más extendido y el más antiguo. Conectar una mangera a un grifo y comenzar a regar las plantas, podemos incluso acoplar una pistola y optar por un tipo de chorro de agua para regular el caudal. El principal problema de este sistema es que el caudal suele ser elevado y causa fácilmente la inundación de los recipientes de agua. Otro problema es que al ser un riego de arriba a abajo se pueden mojar las hojas de las plantas con su perjuicio al favorecer hongos. No obstante es una opción cómoda y que no requiere gran inversión.
Riego por Inundación
La técnica del riego por inundación consiste crear caballones o montículos de tierra en el huerto donde recoja el agua de forma que empape el suelo considerablemente. En los huertos urbanos no tiene mucho sentido, pero si es muy practicado en huertos normales donde se abre generalmente una cequia y se debe pasar el agua. Se utiliza para hortalizas con requerimientos hídricos muy altos y es fácil crear un desequilibrio.
Riego por Aspersión
La aspersión es el típico riego que se utiliza en los jardines sobretodo para regar el cesped. La utilización de este sistema en los huertos urbanos esta desaconsejado por mojar toda la planta siendo foco de infecciones.
Riego por Goteo
Es la mejor opción de riego que existe. Consiste en la instalación de unas pequeñas mangueras a lo largo de las plantas y la colocación en ellas de unos tapones dosificadores que producen gotas. Con ello conseguimos un riego lento y despacio ideal para humedecer la tierra sin crear encharcamientos.
Existen kits muy útiles en pequeños huertos con todo lo necesario para montarlo, además si le pones un temporizador tienes solventados gran parte de los problemas del riego en el huerto.
Riego por Exudación
Al igual que el riego por goteo se trata de una opción muy buena. Consiste en la instalación de unos tubos porosos que se entierran y por la gradiente de humedad el suelo recibe la humedad que necesita (exudación). El único inconveniente es la necesidad de mantener la el tubo enterrado en nuestro pequeño huerto.